Narrativa salvaje - Relato - Poesía en verso y puro teatro.

H /\ !!! - probablemente sea un escritor mediocre, un libertino actor teatral sin recursos, un ser humano despistado, un amante amado, un cantante de voz silenciosa. ¡Pero! si sé que soy libre y es lo único que tengo.

Quizás amante, o quizás nada...

Desde tiempo a, me siento en cuerpo y alma identificado con la cultura nómada lakota sioux, su luna y en todo lo que concierne a la madre naturaleza y su sabia actitud.

Muchas gracias por visitar cuan leer a los sentimientos, sueños e ilusiones que aquí comparto.

Ser libres y cabalgar /\ !!!

lunes, 12 de abril de 2010

Lluvia blanca /\ !!!


¡Hola! Quisiera contaros el sueño de una lluvia, la historia de mi lluvia blanca.


Soy una mujer…de digamos mas de treinta años y de menos de cuarenta, con un delirio en forma de ilusión sensual a la par que sexual por querer cumplir. Es algo que ambiciono hacer, pero que por el momento solo sueño cuando mi privado y desnudo cuerpo descansa en la soledad de la noche.

Anhelo impaciente la esperanza de que llueva sobre todo mi cuerpo, en una gran lluvia que solo un versado varón pueda hacérmelo descubrir, satisfaciendo por completo a mi deseo.

¡Hasta ahora!, calmo mi apetecible pretensión con mi propia imaginación, junto a mis dedos de uñas largas en orgasmo sinuoso.

Aún no me he decidido por gentilhombre alguno, hasta conocer al apuesto y experto caballero.

Me imagino a mí misma desnudándome ante él, dejarme poseer en viva penetración tantrico / rítmica, para acabar siendo mojada por la lluvia blanca sobre mi cuerpo al finalizar.


Todavía no le conozco.


Quizás sea una dama tímida de pasión rebelde, ¡pero lo que si sé!, es que cualquiera no vale para complacerme.

Y puesto a que soy una mujer salvaje, quiero a un hombre salvaje.

Tampoco se a ciencia cierta, el por que tengo esta caliente curiosidad por bañarme en lluvia blanca. Tengo picardía, placer, inquietud, morbo… ¡No sé! Pero lo cumpliré. Y cuando lo haga, comprobaré a que huele, a que sabe, a si es una lluvia limpia y pura, a si se me formará una piel aún mas tersa cuan suave, a si me dará aire, calentura o frescura. Y en definitiva; a si sabré acariciar bien ese momento.

Mientras lo espero, mi mente se dedica a pensar que besaré y tocaré esa completa humedad, de la misma manera que al abrir los ojos a un nuevo amanecer. Veo a través del cristal de mi ventana, las gotas que desprenden las hojas de los árboles en un día mojado.

Me encanta cuan enamora el olor de la naturaleza, su sudor y su color.

Sin ruborizarme, creo a bien decir, que en lo que busco estoy intacta aún. No he olido, tocado o sentido la lluvia blanca, pero mi piel se encuentra dispuesta a que penetren por ella sus gotas junto a su carnitina, su zinc y su fructosa. Todo mililitro sobre mí, notando su total cualidad, movilidad y morfología en total cantidad. Toda la magia, gracia y garantía de su estancia en mí.

Me sentiré fresca, verde y vivaz.

En el frenesí de mi cuerpo, me falta un olor con su sabor.

Me doy cuenta y soy consciente, de que no me será fácil plasmar mi anhelo en realidad.


Lo que veo no me gusta,
lo que observo me da la risa,
y lo que hay simplemente me disgusta.


Es extraño, ¡pero!, ahora mismo, mientras os escribo me han entrado unas ganas enormes de ducharme y eso es lo que haré. Ducharme para sentir la lluvia blanca por todo mi cuerpo y ser.





Besarme, tomarme un café caliente, meterme en la cama y dormir.

No hay comentarios: