No sé ni a dónde voy, ni sé lo que busco.
¡Pero si sé!...que algún día llegará.
¡Pero si sé!...que algún día llegará.
Sin malicia alguna, he descubierto nuevos puertos dónde seguir soñando. Sin que mis viejos temores, amores y pasiones…sepan cuando volveré.
La vida en los lugares que descubro, se entremezcla con canciones que mantengo en mi memoria, junto a estrofas, poemas, cantos y tambores…de un piel roja de melena al viento.
Al caminar sobre la madre tierra ya conocida, o por sus lados aún sin explorar, descubro metas nuevas a realizar. Las palabras de la madre, me ayudan a que no se me marchite o envejezca mi propia libertad.
Me gusta marcharme sin maletas ni equipaje pesado. ¡A lo que salga y sin avisar! Con la mente llena de sueños e ilusiones que aún me quedan por cumplir. Dispuesto a dejar atrás todo lo conocido cuanto vivido hasta hoy. ¡Huir y olvidar!
Pretendo contarme nuevas historias y leyendas.
Deseo huir en libertad.
Quiero ver mi destino.
Sigo sin saber, quién es quien me habla cuando sueño, aún no he sabido llegar a su encuentro. Solo sé que es femenina y que se llama ella. ¡Quizás! Algún día sepa como escucharla para encontrarla.
Y menos mal que nací caliente cuan valiente, preparado para ser un sioux salvaje. Y que mi espada, ,mi pluma, mi lanza, mi flecha y la luna, aún me guían por la mar del gran azul.
Gracias a que aprendí a querer a mi ciudad, a mi tribu y a mi gente. Se escuchar.
Marcharse a la aventura es una gozada infinita, intentar conocer el planeta tierra y soñar con hacerlo mejor.
Que buena idea es sentirlo, aunque pocas personas lo entiendan, haciéndote sentir fuera de lugar.
De momento que se quede todo atrás, que el destino proveerá.
A mí en particular, me gusta mi mundo diferente, dónde estoy completamente ausente. Me gusta ser despreocupado, indiferente, raro y misterioso. Que con pocos años esta consumando sus hojas blancas aún por escribir.
Nunca olvidaré de dónde vengo, por que es todo lo que tengo.
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