/\ !!!

Y al cerrar los ojos ante un nuevo amanecer al cual ya no pretendo pertenecer, a la vera de una cascada de ilusiones y sueños realizados en mi mente de piel roja. Dejo atrás a mi Tipy y a todo aquello que representé en este planeta, para volver con el árbol madre. Sintiéndome completamente relajado cuan lleno de éxtasis, por todo el conjunto de mi piel, al ir en su busca y volvernos a encontrar.

/ La observo, la mimo, la cuido, la oigo cantar, la escucho, la beso \.
Volvemos a reír y a llorar de nuevo.
¡A su lado!, - soy partícipe de sus enseñanzas hacia mí y de las mías hacia ella.

- Somos dos, pero somos uno.



Es allá en el abismo de la absoluta lejanía, dónde la muerte nos espera. No se ve mientras no la agilicemos con nuestras rutinarias imprudencias por llegar antes, sintiendo que, ¡ya! Nada nos importa.
Al llegar antes de tiempo, comprendemos la verdad, nuestra única y llana verdad al descubierto. Pero es tarde para arrepentirse. ¡No hay que darse la media vuelta! ¡No es posible!…hay que seguir hacia adelante y aprender.

Hoy ha llegado el piel roja. - Cansado y agotado de la constante lucha sufrida durante sus años vividos en este planeta -. Y sin embargo; satisfecho, jubiloso y optimista. (Llega joven de espíritu, con una pícara sonrisa servil y grandes fuerzas de guerrero libertino).
El piel roja ya no volverá al teatro de los sueños, ni a una playa desnuda, no volverá a caerle la lluvia sobre su pelo y rostro, ni volverá a sentir el calor de un café de tertulia consumida.
Las amigas lo recordarán como a la persona de entrepierna discreta y falda arrugada. Y los amigos lo recordarán como a la lesbiana que quisieron ser y no pudieron. No pudieron ser él y por eso no lo defendieron.
Es ahora cuando se sellarán para siempre a unos ojos de cartel de obra de teatro y al último de los Siouxdream /\ !!!
…y qué más da.

El piel roja a muerto y el árbol madre lo defenderá como a una bellísima persona.
Las madres y padres de los asesinos y asesinas, también defenderán a sus hijos e hijas, como a personas humildes y respetables.

¿Quién tendrá la razón?

Entre el papeleo se encontrará a la razón y a la verdad.
Los seres humanos que poblan este planeta, tienen la barriga inflada. Agonizan de hambre. Conviven en un polvorín de inquieta y abundante sangre derramada. Han aprendido demasiado de las malas artes y de las guerras en todas sus vertientes. “Están oscuros”.
Al no leer novelas, pintar o ver grabados. No están preparados ni preparadas para un trance mejor.


El caballero piel roja, camina erguido y sereno, sobre un caballo blanco. Y junto a él esta ella, disputándose sus almas.
El la coloca una sonrisa, mientras la besa su ombligo. Y ella la corresponde con una última esperanza de fidelidad, lealtad y amor filial.
- Cabalgan por todo el valle en armonía y secreto silencio. No se sabe dónde van y ni quién de los dos vencerá.


En el pasado le espero el dolor, sin que pudiera rechazarlo antes de conocerlo y en el futuro le espero una hoguera.

Para la historia quedarán los datos sobre su historia escrita en papel, sus días místicos, bohemios y de inocente espera de quién en apenas unas horas, sabrá que su vida habrá terminado para siempre. Sabiendo que no hay nada seguro, y que los placeres que antes llenaban sus horas. Ya no cuentan, ya no sirven. Ha muerto.



No tengo miedo, tengo respeto.

Ideas, imaginaciones y sueños /\ !!!

¿Cuanto valen las ideas, la imaginación o los sueños?

…cuanto vale una idea, una imaginación o un sueño que te hace soñar. Ayudándote a vivir, para poder reír, disfrutar o llorar.

El tener una idea, una imaginación o un sueño, nos hace creer en nosotros/as mismos/as. Por lo que luchar por ello es una sensación gratificante, máxime cuando nos las intentan quitar.
¡Tiene precio una idea, una imaginación o un sueño! – pues yo digo que NO.

Mis ideas, imaginaciones o sueños, son para compartirlas y ser realizadas en pro de la libertad. Sin condenas u intromisiones por parte de aquellas personas que inflan a la madre tierra de mentira e ira constante.

Las ideas, imaginaciones y sueños de los demás, nos ayudan a entender y comprender sus mentes, inquietudes y fantasías. Haciéndonos partícipes del poder elegir.
¿Vale algo la libertad de cada uno/a por poder elegir? – por que yo creo que no.
Nuestra sociedad vale lo que vale, que es nada. Y no vale nada por que no está en venta. Somos nosotros/as, los que la hacemos mejor o peor, pero sin intermediaros o falsos profetas de billetes enmascarados.

Si dejáramos que nos comprasen muestras ideas, imaginaciones o sueños, ¿que nos quedaría?

…no nos quedaría nada, moriríamos de angustia desolación y pena.



Defiende tu propia cultura !!!



Hay verdades que no sobreviven, salvo en los corazones de quienes son fuertes de espíritu y amor a nuestra madre tierra.
Las leyendas verdaderas perdurarán siempre que alguien las pueda susurrar a los oídos de nuestros futuros hijos e hijas.

“Aún existen los cuatro vientos, las blancas montañas, el águila y la madre tierra”.

– “Aún hay Dreams”.

A la luz de la Luna /\ !!!

A la luz de la luna tengo momentos en los que escribo cartas con el pensamiento,

pero ya no sé a quién dirigirlas.

Hay momentos en los que me siento tan atado y sin respiración,

que solo escribo cartas para alguien, pero ese alguien ya no tiene remite. – Es una quimera -.

Intento aferrarme a tiempos pasados, a aquellos tiempos pasados en los que abrir cartas era algo común en mi vida. O a cuando escribía cartas sobre mis aventuras y desventuras, mandándolas junto con sobres de diferentes tipos de colores que yo mismo pintaba.

¿Dónde están los buzones ahora?
¿Dónde están quienes recibían mis cartas ahora?

No tengo ni la más mínima intención de abolir la palabra correspondencia de mi diccionario particular. Pero tampoco quiero que la correspondencia actual se trate tan solo de pagos a bancos, a alquileres, a ofertas, a la compra y venta del alma o memezes por el estilo. Es correspondencia vacía.

Siempre he necesitado respuestas para poder sentirme querido,

encontrándolas en las cartas que recibía.

Me alegraba recibir cartas al igual que a un niño le entusiasma que le regalen un balón de fútbol o a una niña una muñeca Barbie. Lo que me pasa es que yo aún sigo siendo un niño chico que al crecer sigue echando de menos las cartas en mi buzón y encima ya no me considero un hombre sino una lesbiana.

Ya no me llegan hojas escritas por carta, ni guardo sobres rellenos de papel en mi cajón desde tiempo a. Y para colmo hasta a mí se me han quitado las ganas de escribir cartas para alguien, por que no hay nadie que las quiera recibir.

Desde el cristal de mi ventana puedo ver al solitario y triste buzón de mi barrio. Sucio, aburrido, pintado y casi quemado por los años, sin que nadie repare en el. Y eso que antaño daba gusto verlo repleto de cartas llenas de ilusión o de lágrimas de quiénes las escribían.
Era muy gratificante ver al personal de correos recoger cada mañana la correspondencia diaria, los buzones rebosaban de vida.

E intentado ingerir ron a secas para aliviarme por los preciosos momentos vividos por carta y en agradecimiento a los buzones, que un día convirtieron en realidad alguno de mis más preciados sueños.

Necesito a las cartas, como ellas necesitan a un sobre con remite.
Necesito hojas de papel blanco para rellenarlas de bolígrafo azul.