Los caballos blancos /\ !!!

¡No!, no han sido los guerreros de las tribus de estandarte, penachos y pinturas, los que hicieron la conquista de la tierra. La hicieron otros, otros que eran finos.

Nuestros cabellos fueron fuertes y nuestros caballos ágiles. Los vuestros tan solo montaban a relucientes armas afiladas.

El caballo del guerrero cuyo nervio tenía gloria, no salía con herradura a los secos cantizales, ni a los húmedos pantanos, ni a las frías canteras, ni ensuciaba los ríos, charcas y pantanos. Los caballos con nervio de gloria, se regocijaban ante la nieve silenciosa.

¡Nuestros caballos eran fuertes, valientes, ágiles y gentiles!

Vuestros caballos os seguían cual esclavo mira al suelo.

Un caballo bronco, fue el primero en correr libre por la naturaleza. Y un caballo vuestro, fue el primero en huir en estampida.

El caballo de un loco con su olfato y su mirada, trajo a la tribu la victoria de entre los valles. Mientras los vuestros crujían entre las armas que escondían.

Y aquel otro de delgado cuerpo, que su fama predecía, queriendo ser el mas grande caballero de melena rubia y sombrero raro, se quedó sin rostro y sin cabello.

Custer lo llamaron y escupiendo lo mataron -.

Dicen que es más digno de los árboles ser quemados y golpeados que enfrentarse al débil hombre blanco, machacarlo y aniquilarlo. Los árboles viven sobre el aire, nosotros junto al árbol y ellos entre el aire.

El caballo de las tribus, te guía en la oscura soledad.

¡Nuestros caballos eran fuertes, valientes, ágiles y gentiles!

Distancia /\ !!!

Digamos que te alejas definitivamente,
hacia el agua del mar que prefieras.

Solo espero, que la mayor parte de tu espacio quede siempre en ti. Que no te lo roben.

Silencioso quedará en mí,

que esté eternamente sobreviviendo a tu olor.

Deseo que no te importe, que use tu insoportable ausencia.

Ni que me atreva a preguntar si cabes en una palabra.

Por que ya no estás en mis noches.

En aquellas noches dónde éramos uno/a, noches de risas, noches de sensualidad y noches dónde al amanecer despertaba con un: de una noche para cumplir un sueño y de un despertar para recordar.

Hoy es solo un eco irremediable.

Ahora que miedo inútil, qué vergüenza

no tener oración para morder,

no tener fe para clavar las uñas,

no tener nada más que la noche,

saber que mi recuerdo se muere, se resbala,

que retrocede con los brazos cerrados,

con los labios cerrados, con la niebla…

Es tarde.

Sin embargo yo daría

todos los mares y las lluvias,

las paredes con palabras, los mimos,

las ventanas de invierno y el mar.

Por tener tu corazón en mí.

Sigue dándole promesas a tu corazón /\ !!!

La senda del camino /\ !!!

Era un camino de tierra en forma de arena. Yo iba sentado a lomos de un caballo salvaje. La noche conducía al silencio, las charcas estaban dormidas, la luna brillaba despierta, el viento silbaba tranquilo, las estrellas eran pocas y el caminar del corcel transcurría en tranquilas pisadas, como en un paseo de pensamientos…

Mientras me sumía en el silencio de la nueva noche junto a la soledad del paraje. Vislumbré una luz a lo lejos del camino. El rocín se detuvo, nos miramos y enseguida comprendidos que se trataba de la luz de la posada. - De la fonda del final del camino -.

Es muy fácil hacerle brindis a la Luna. ¡¡¡Y brindamos!!!

Seguimos hacia delante, vagando tranquilos en perpetua armonía de emociones y suspiros encontrados, sobre un pasado exprimido.

Al llegar a la luz de la posada, el rocín rasgo al aire con un relincho de intenciones. Y como si la Luna lo comprendiese todo, se nos quedó muda y fría ante mis preguntas sin respuestas.

Me bajé del caballo.

A nosotros llegó entonces, una voz clara y fina de una mujer que cantaba dentro de aquel hogar. Cantaba y cantaba. Era un canto lento, muy lento. Como una melodía que se alarga, se alarga y se alarga…y no tiene fin.

El profundo silencio de la noche, las montañas del entorno en reposo y la fauna natural, oían con nosotros los lindos acordes de esa íntima música de canto sencillo. Como si fuera una voz que llegara desde la otra vida.

Me puse a escuchar lo que la canción decía.

- Todos llegan de noche y todos se van de día…el amor es tan solo una posada en el final del camino de la vida.

Y le cerramos los ojos al sueño.

Luna Eikar /\ !!!

                             

...y estando en uno de esos descansos de un rodaje sin palabras en pleno bosque, a eso de la media tarde con un viento a favor.

Nadé sobre el agua mas cercana hasta encontrarme en su mitad, con la sensación de que no era capaz de llegar al otro extremo del río, sintiendo que me engullía hacia abajo congelado.

Llegué al otro extremo del río y cuando tome tierra firme. Me sequé. Y tan solo se me ocurrió decirle a Luna Eikar:

¿Por que una lesbiana dura una semana con una mujer?

...y en cambio...

¿Es una mujer la que dura mucho tiempo con un hombre?

Y Luna Eikar me respondió:

Hazme una foto con el foco encendido al fondo, mi vestido de alma blanca puesto, el color rojo de la pasión en línea, mis pies descalzos sobre la tierra halada y mi cara mirando sin miedo al horizonte de los hombres. Y verás la libertad de una mujer que no cayó en la red del impostor, pero que busca la red del que camina.

¡Ahhh!, la dije mientras me secaba.

Callaté y besamé.