¡No!, no han sido los guerreros de las tribus de estandarte, penachos y pinturas, los que hicieron la conquista de la tierra. La hicieron otros, otros que eran finos.
Nuestros cabellos fueron fuertes y nuestros caballos ágiles. Los vuestros tan solo montaban a relucientes armas afiladas.
El caballo del guerrero cuyo nervio tenía gloria, no salía con herradura a los secos cantizales, ni a los húmedos pantanos, ni a las frías canteras, ni ensuciaba los ríos, charcas y pantanos. Los caballos con nervio de gloria, se regocijaban ante la nieve silenciosa.
¡Nuestros caballos eran fuertes, valientes, ágiles y gentiles!
Vuestros caballos os seguían cual esclavo mira al suelo.
Un caballo bronco, fue el primero en correr libre por la naturaleza. Y un caballo vuestro, fue el primero en huir en estampida.
El caballo de un loco con su olfato y su mirada, trajo a la tribu la victoria de entre los valles. Mientras los vuestros crujían entre las armas que escondían.
Y aquel otro de delgado cuerpo, que su fama predecía, queriendo ser el mas grande caballero de melena rubia y sombrero raro, se quedó sin rostro y sin cabello.
Custer lo llamaron y escupiendo lo mataron -.
Dicen que es más digno de los árboles ser quemados y golpeados que enfrentarse al débil hombre blanco, machacarlo y aniquilarlo. Los árboles viven sobre el aire, nosotros junto al árbol y ellos entre el aire.
El caballo de las tribus, te guía en la oscura soledad.
¡Nuestros caballos eran fuertes, valientes, ágiles y gentiles!
1 comentario:
No hay caballos ni nuestros ,ni vuestros,ni mas malos ni mas buenos!!! Todos son hermosos,solo depende de quien lo cabalgue.
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