No hace muchos años, un científico/historiador especializado en el paraje natural de la madre tierra, predijo que ojalá el ser humano/a compruebe en sus carnes todo el daño que le está haciendo a los bosques. ¡Sí!, es triste decirlo así, pero quizás sea la mejor forma de ponernos las pilas ya y dejarnos de hacer acampadas en los bosques ensuciándolos con nuestra asquerosa vanidad, talando árboles para las barbacoas desproporcionadas, las hogueras sin sentido… Y dejarnos de intentar conquistar lo inconquistable.
Al bosque se le enriquece respirando al aire fresco y sentándose junto a uno de sus árboles a meditar, a escuchar y a sentirlo.
- Nadie dice que es cobarde, ni sumiso/a. Por el contrario toda la humanidad se considera libre, valiente, estupenda y con personalidad. ¡Pero!, que pasa cuando un dominguero/a u cualquier otra humano/a quema un bosque por la razón que sea y encima se justifica sin que le pasa nada. Que pasa si le condenamos a 20 años de silencio, o a trabajar 50 años repoblando lo quemado, o lo/la quemamos. ¿Qué pasa entonces? Pues que sale su familia, ong’s malvadas, personas que se hacen llamar progres y exigen derecho a la vida para esa persona, ¡eso pasa!………..¡Pues vale!, pero: ¿Y el bosque? ¿Qué derechos tiene el bosque? ¿Quién defiende al bosque?
Estoy con el científico/historiados, con la abuela que vive rodeada de verde, o con el anciano que pasea sus cabras por el bosque mas cercano, o con el niño/a que tiene la suerte de nadar todos los días en el río del árbol, o con la pareja de amantes que a conseguido ser uno y viven rodeados de placer natural.
Aunque muchos/as humanos no deseémos la muerte de nadie. Hay que plantearse que hacemos con aquellos/as que queman los bosques. Es necesario ponerse duro y pensar en soluciones YA. – ¿Leyes duras para quienes violan a la madre?, ¿o leyes blandas para que sigan su vida, haciendo de las suyas?
¡¡¡ Ojalá paguemos las consecuencias !!!
Aunque YO no he quemado ningún bosque.
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