Días de soledad /\ !!!

Empiezo a echarte de menos y tan solo me parece que ha pasado una hora desde que nos despedimos. Para mí fue muy fácil quererte y no sabes lo tranquila que puedes estar de mí <>.

Que mal lo estoy pasando sabiendo que te tengo tan cerca y tú no sientes que estoy a tu lado. Veo la cantidad de planes que haces. ¡Solo que ahora son sin mí!

Y mientras yo aquí, sin saber que hacer, todo el tiempo pensando en ti. Pasando las horas muertas, (nunca mejor dicho), sin que me apetezca hacer nada.

Me fuiste tan importante en vida, que me colma y a la vez alegra que lo estés pasando tan bien al lado de tu nuevo amor. Todo cuanto haces con él ahora, lo hacíamos antes juntos.

¡Quizás!, me gustaría estar o mejor dicho, desearía ser el, para poder experimentar y saborear esos nuevos momentos buenos y malos, tristes y alegres que vuelves a experimentar y vivir a su lado. Y que yo, desgraciadamente, estoy perdiéndome desde hace ya bastante tiempo.

Nunca pensé en vida que podría perderte.

Al igual que creo que tú pensabas lo mismo de mí.

Pero no me di o no nos quisimos dar cuenta de un detalle importante. Que al sucederme aquello, todo se rompería para los dos y era algo para lo que no estábamos preparados. Y aunque te parezca mentira, era la única causa que podía entorpecer nuestro unido destino.

Esto nos podía pasar y bien a mi pesar, cuando me vino, ya no hubo remedio alguno que pudiese arreglarlo. Salvar mi vida aquella noche era una utopía.

Yo dejé de luchar por mí, (y espero que nunca me regañes por ello), cuando fui consciente de que lo inevitable estaba sucediéndome, sentía angustia y miedo, pero mi cuerpo se me iba, ya no me correspondían mis impulsos. Ya no debía estar vivo.

Se que ninguno de los dos quiso aquel final, pero no fue suficiente mi lucha o nuestra lucha por aferrarme a la vida. Ya no era una cuestión solo mía, sino del destino al que me veía sujeto. Y sé que los sanitarios ya no pudieron hacer más por mí.


El último aliento de vida que tuve, lo aproveché con todas mis fuerzas para poder mirarte por última vez. Mi cuerpo experimentó una unánime y constante felicidad al saber que por lo menos tú seguirías con vida y que solo yo era el que debía irse. Se me pasaron todos los dolores y agobios que tenía.

Si volviese a tener otra oportunidad de vivir, quisiera repetir que fuese a tu lado, aún teniendo que pasar por esta trágica experiencia. Volvería a elegir este mismo destino: irme yo antes que tú…porque ¿sabes? Te quiero.

Has dejado en mí, un enorme hueco vacío. No quiero ni pensar que aquí dónde me encuentro, voy a pasarlo sin ti.

Quiero que sepas que:

- no sabe uno realmente lo que tiene en su vida hasta que se desvanece o desaparece ante sus ojos. Te quise y aún te quiero hasta la saciedad, sintiéndome muy dichoso y feliz por haberte disfrutado cuanto pude, mientras viví junto a ti -.

Te quiero y te hecho de menos.

Esto que me está sucediendo me merece parecerse a una pesadilla, de la cual nunca despierto.

Estoy cerca de ti, vivo en ti, paseo contigo, me divierto contigo, lloro contigo, río contigo, y resulta que no soy yo. Que tú no me puedes ver ni tampoco puedes tocarme o notar mi presencia. Ya no existo para ti. Ya solo soy un recuerdo del pasado.

Hace tanto tiempo que ya no te siento de verdad, que tengo momentos en que tan sólo recuerdo palabras y momentos desnudos. Se que tengo que hacerme a la idea de irme a dónde me corresponde, pero yo solo quería aferrarme a estar a tu lado y seguir viviendo, sin tener que estar dónde me encuentro ahora y tan solo. Sé que ya no pertenezco al futuro, pero no hago mas que ignorar mi situación, sin querer darme cuenta de ello.

Tampoco deseo vagar como un alma en pena tras una vida que ya no existe para mí, ni yo existo para ella. Solo que no puedo remediar que la llama que se me apagó pueda encenderla de nuevo.

Tu presencia se me hace tan agradable, que olvido por completo mi situación. Camino por donde tú caminas, observo las cosas que a ti te hacen estremecer o pensar, - y soy feliz -. Pienso que me ves y que cuando te cojo de la mano o te doy un beso, me lo devuelves acaloradamente, sintiéndolo como yo lo siento. Como cuando lo sentíamos juntos. Y aunque ya no sea así, me conforta y conforma el pensarlo.

Me voy dando cuenta y sé que tú alguna vez también lo pensaste, que éramos una pareja moderna, comprometida, fiel, discreta, amante y sensual, de las que ya quedan pocas. Contigo todo cuanto quería y deseaba lo tenía o encontraba en ti, en tus brazos y en tus preciosos labios que tanto deseo me daban y no puedo ya tener.

A veces pienso que ya te has olvidado de mí o que quizás simplemente o no quieres recordar mi presencia, o no quieres recordar aquel accidente que nos separó. Fue un final que ninguno de los dos tenía en mente y menos de esa manera tan cruel.

¡Sabes!, acabo de experimentar algo tremendamente maravilloso. Y todo gracias a ti. Cuando te seguí esta mañana, no podía ni imaginar a dónde irías. Ha sido una grata sorpresa que las primeras horas de tu nuevo día y en silencio, sin que nadie supiese nada, las dirigieras con paso firme hacia mí.

Verte allí, mientras yo estaba a tu lado, escuchándote en absoluto silencio. Observando como me recordabas y la atención que demostrabas y prestabas hacia mi persona.

¡Ha sido maravilloso!, hacía mucho tiempo que no me dedicabas algo de tu alocado tiempo y lo añoraba. Cierto es que si. Deseé en esos momentos dedicarte unas palabras e incluso algunos conceptos para aclararlos entre ambos. Hacerte comprender nuestro pasado y aquello que nos pasó y marcó. El poder plantearte ayudas sobre tus dudas sobre este dichoso y complejo sistema planetario de vida humana. Pero me es imposible comunicarme contigo ahora, lo intento, pero no puedes escucharme.

También te hablo todas las noches mientras duermes, contestándote a tus inquietudes, haciéndote recapacitar en tus conclusiones e intento darte soluciones. Pero, ya no las buscas en mí, por que ya no puedes verme, ni oírme, ni tocarme. Todas tus nuevas sensaciones las buscas en otras personas, como por ejemplo en Vannessa o en tu nuevo amor. Y espero que nunca terminéis con vuestra íntima amistad, ya que es una gran mujer y mejor persona. Me enorgullece que sea tu mas preciada amiga porque sabe sacar lo mejor de cada persona. Sé que siempre estará a tu lado para lo bueno y para lo malo.



Y también sé que en cuanto a mí, me apreciaba y quería como a un hermano y que aún me recuerda. Le estoy muy agradecido por darte compañía en los momentos más duros de mi despedida. Le debo tanto que nunca le estaré del todo agradecido y complacido por lo que hizo al ayudarte.

No debes llorar y si estar bien tranquila. Intentas tapar tus lágrimas para que nadie te vea, y sin embargo no sabes que yo estoy sentado a tu lado. Miras a tu alrededor por si alguien haya podido verte para preguntarte por que estás sentada y llorando frente al mar.

Solo tú y solo yo sabemos que fue en este banco y frente al agua alicantina dónde nos conocimos, besándonos por primera vez. Aquí nos prometimos y nos dimos una oportunidad mutua de seguir viéndonos. Convirtiendo este lugar en algo mágico y eterno para los dos. Lástima que mi despedida fuese una faena para nuestros propósitos comunes, truncándose nuestro futuro.

¡Y fíjate que! – aún me es más difícil a mí llevar esta pesadumbre, por que yo aún sigo cerca de ti, pero sin ningún sentido.
Y encima por que ahora sé muchas de las cosas que pasarán después de esta vida y créeme…te sorprendería saberlas y verlas antes de tiempo. Solo puedo decirte que la perspectiva de las cosas desde aquí es mucho más clara y concisa. No hay ni existe un dios cristiano. Y perdona que me de la risa. Yo ya lo sabía, solo que el hecho de ver, oír y escuchar atentamente a aquellos y aquellas con los que te rodeas y escuchar lo que piensan sobre todo esto, me supera, no aciertan en nada de ninguna de las maneras posibles.

Es posible que para algunas personas, este paso que algún día darán les sea fatídico e irremediablemente vago, dado sus creencias u opiniones. Posiblemente sus frustraciones sean o se limiten a verse solo equivocados en parte, pudiendo sustentarlo mientras superan su ignorancia en busca de a quién nunca encontrarán.

A mí solo me frustra, una amarga situación:

“Me amarga sí, me amarga y mucho. El saber que la chica de mis sueños estuvo conmigo, y que ahora no puedo estar con ella, por culpa de un irresponsable al volante”.

A tu lado por fin encontré todo lo que quería de una mujer, y aunque sea un secreto mío particular que nunca me atreví a decirte nunca. Y más que nada porque me daba excesiva vergüenza decírtelo tan claro. Siempre pensé que la historia de amor entre Romeo y Julieta de aquel célebre pensador y dramaturgo poeta William Shakespeare, al que tanto admiré por sus sonetos y grandes obras. La habría escrito para nosotros si hubiera nacido en nuestro tiempo. Así es como pensaba que era nuestra unión.

Me complace y mucho el saber y tener la satisfacción de haber sabido lo mucho que me querías, esperando que nunca cambies esa opinión sobre mí, ya que no estoy hecho a otra idea, aún cuando te cases o hagas vida en común con otro hombre.

En su momento, parecía estar convencido de haber vuelto a nacer el día en que nos conocimos. Duramos poco tiempo en querernos y amarnos, siendo gozosos entre las prohibidas sábanas de mi cuarto.

¡Cuanta suerte tenía, tuve y me llevo por ti!

Fuimos tan parecidos que lo poco que teníamos en diferencias, nos hizo amarnos y respetarnos aún más intensamente. Siempre creí saber amar, pero solo cuando te conocí y te amé, compartiendo esa época de nuestras vidas, supe que había conocido y entendido la inmensa e intensa fuerza del amor entre dos seres humanos.

Se me hace incansable la espera y sueño contigo a cada momento. Que alegría cuando llegabas a casa y tan bonita como siempre…el darnos un abrazo para cubrir el cielo de ternura ante nuestros ojos embriagados de felicidad.

- / El cielo nos acompaña y no es lluvia, son lágrimas de alegría \ -.

¡Coño!, ¿has visto?, y tú que me decías y pensabas que nunca encontrarías unas palabras así hacia tu persona y noble corazón. Pues aquí las tienes, solo que no sé si las has oído. Ese es el problema.

No quisiera despedirme sin decirte, que si has estado alguna vez decepcionada conmigo, por algo que haya dicho o hecho, puedas perdonarme.
Si alguna vez te defraudé, lo siento, nunca pretendí hacerte daño en nada, ni tampoco decepcionarte. Nunca dudes de mí o de mi palabra. Estuve muy enamorado de ti y siempre fui capaz de hacer y ser todo lo que gracias a ti y a mí, fui ayer.

A veces creo pensar, que nunca supe ofrecerte ni darte el tipo de vida que te merecías. No fui nadie, ni hice casi nada para preparar un futuro contigo. Si llego a saber esto que nos pasó antes de tiempo, me habría estudiado a mí mismo, para poder sacar el máximo provecho a la que fue mi vida cuando se cruzaron nuestros caminos.
No todas las oportunidades ofrecidas las he sabido aprovechar.

Si en alguna de estas pequeñas o grandes cosas, te concierne en algo a tus sentimientos conmigo, espero que me perdones como puedas o sepas.

Ansiaba y esperaba envejecer a tu lado, pero no pude cumplirlo. Mereces saber todo esto como bien haya podido expresártelo.

Tuve sueños con niños, creyendo que algún día serían nuestros hijos. Llevar contigo una larga vida en común fue mi anhelo. Y aunque se haya roto todo eso para mí, tú puedes seguir ilusionándote nuevamente junto a tu nuevo amor. Sé que sabrás hacerlo muy bien, no tengas la menor duda sobre ello.

Yo te buscaba y llegaste, tú me buscabas y llegué. La vida es un sueño…y el mío fuiste tú.

La vida dura un punto y el tuyo todavía sigue en pie, aprovecharlo es cosa tuya. Y sé que lo harás.

Hubiera preferido entrar en coma a morir tan joven. Por lo menos ahora estaría dormido en un largo y profundo sueño, con la sola idea de despertar en un alo de esperanza.

¡¡¡ - Y sin despedidas - !!!

Era el único regalo que se me podía haber hecho y que yo tanto deseé.

Si alguna vez quieres hablarme. Espero que me cuentes muchas de tus nuevas hazañas, anécdotas, tropiezos o similar.

Háblame en sueños, te escucharé.
Háblame cuando lo desees, te escucharé.

Que tu vida sea un viaje inolvidable.

Y ya que como tú, nadie más supo hacerme tan feliz, me enorgullece lo mucho que has cuidado de mí.

Cabe decirse, que todo esto que te he dicho y he hecho por ti es solo mi manera de expresar mi gratitud y amor hacia tu persona, para que te des cuenta de lo mucho que te necesité y quise, siendo para mí una eterna felicidad.





Sobre el corazón,
la mano me he puesto,
para que no suene su latido
y de la noche turbe,
la calma solemne.



No sé quién lo escribió, pero creo bien al pensar que este verso expresa justamente lo que son mis sentimientos hacia ti.

Tampoco quisiera despedirme de ti, sin antes ofrecerte unas últimas palabras y recuerdos. Quiero marcharme tranquilo y sereno al lugar que me esta esperando, diciéndote que:

Voy a olvidarte, he de hacerlo. He de dejar en ti todos los recuerdos que te dejé. Aunque deambule solo y herido he de olvidarte. Hazlo tú también.
Algún día aún lejano, irás con otro al altar. Deseo que tengas mucha suerte en tu elección. Yo quise ser aquel que te llevase de la mano mientras viví. Si ese día me oyes llorar olvídalo.
Te he escuchado decir que me amabas muchas veces mientras dormías, e incluso te lo he oído decir despierta. Te he visto esperar mi llegada, y he visto como sufrías al darte cuenta de que yo ya no estaba, de que yo ya no existía.
Deseo que vuelvas a ser feliz y sonrías. Que de nuevo consigas conocer el verdadero significado del amor, como cuando lo conocimos juntos.

Si vuelvo los ojos atrás, justo en el momento en el que nos conocimos por primera vez, río de pasión al recordar tu primera sonrisa hacia mí…la sonrisa del amor. Me complace la seguridad de que encontrarás esos nuevos momentos así al lado de otro hombre. Volverás a escuchar la llamada del amor.

Yo lo encontré en tu sonrisa, en la mía y en ti.


Hasta siempre, hoy parto rumbo hacia mis “días de soledad”. Un abrazo.